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Mostrando entradas de diciembre, 2014

Recuento de año.

Hacer recuento de año en estas fechas se me ha vuelto una costumbre. Me sirve para recapitular y agradecer los buenos y malos momentos, sin estos últimos no habría crecimiento; también para fijar mis próximas metas. Este 2014 me dejó mucho aprendizaje, superé pruebas que antes no había logrado superar del todo, hoy me siento más ligera y más segura. He logrado encontrar el balance interior, entender mis errores y perdonarme, ver mis aciertos y felicitarme para continuar en la búsqueda de mi crecimiento. Doy gracias a Dios por la salud, el amor y la fuerza, por tener la oportunidad de vivir en este maravilloso lugar rodeada de naturaleza, que me llena de paz y me inspira, doy gracias por tener comunicación con mis ángeles y por sus señales. Doy gracias por todas las bendiciones, porque he aprendido a perdonar y enfrentar mis miedos. Este año fue un año de pruebas. Se puso a prueba mi paciencia, el desprendimiento de las cosas materiales, así como la confianza en la meta que persi

Que no sea demasiado tarde.

Les comparto el escrito para la revista Coma suspensivos. Manuela atendió la llama telefónica. —¿Diga? —Hola, soy yo. José. Manuela guardó silencio acongojada. —No digas nada, sólo escúchame —pidió José—. Anoche soñé que moría y desperté pensando que podemos irnos de este mundo en cualquier momento sin decirle a las personas cuánto las queremos y lo importante que son para nosotros. No recuerdo cuándo fue la última vez que lo dije. Después pensé en nuestra historia y todo lo que significas para mí. Me doy cuenta que eres el amor de mi vida —esperó unos segundos y preguntó— ¿Me quieres aún? —José —dijo Manuela con la voz quebrada— me estás confundiendo con mi hermana —afirmó llorando— murió hace un mes. Hace unos días, revisando las entradas antiguas de mi blog, me encontré con este pequeño diálogo que escribí varios años atrás, y me pareció buena idea compartirlo de nuevo, puesto que ahora que se aproximan las fechas navideñas la gente tiende a hacer regalos o mostrar más afecto

La felicidad equivocada.

Les comparto otro texto para la revista Coma Suspensivos. Cuando estaba haciendo investigación para mi novela Vida Arrabalera dos años atrás, me encontré con el nombre de Lupe Vélez entre las artistas de cine que llegaron a asistir en los años 30 al Hotel Playa en Ensenada, ahora Riviera del Pacífico. Hace unas semanas me encontré en la librería su biografía novelada Hollywood era el cielo, de la escritora Celia del Palacio. Son de esas historias que te dejan un hueco en el corazón, esos personajes de carne y hueso que llegaron a ser una especie de sueño, una ilusión efímera. Observo su fotografía y pienso: Con tanta juventud, belleza, las metas alcanzadas, con esa energía que la caracterizaba y le dio el apodo de la Dinamita mexicana con todo lo que logró, y aún así no era feliz. Lupe Vélez obtuvo todo lo que se propuso, era de carácter fuerte y decidido; mi perspectiva es que a pesar de ello fracasó: Triunfó a medias, de dientes para afuera, de carátula, de revista, de pantalla. E

Sin título, sin nombre.

Les comparto mi escrito para la revista Coma Suspensivos. Sangre, dolor, pesar, congoja, almas laceradas, corazones destrozados, muerte… Palabras que suenan a lugares comunes de una novela de terror. Y quisiera que fuera sólo eso: El cliché de una historia macabra, en la que el mal hace de las suyas, pero al final triunfa el bien. ¿Será que México es la antesala del infierno? Que es ¿el infierno mismo? La metafísica me habla de leyes como la causa y el efecto, el ritmo o la polaridad, incluso de la existencia de un karma. El Cristianismo de un castigo divino, el Panteísmo como base del Budismo; de que Dios, la naturaleza y el universo son uno, y así, puedo buscar en todas las religiones, teorías o creencias que ha utilizado el ser humano digamos que para “agarrarse a algo”, pero ¿y para qué? Siendo sinceros, la realidad de la injusticia que existe en nuestro país empaña la visión de un mejor futuro. ¿A qué podemos aferrarnos cuando vemos que esas teorías religiosas no están surtien